28 de febrero de 2010

A mis pilares ...

Hoy desperté mucho mejor que en mis últimas semanas, sabiendo exactamente porqué...
Mis pilares: mis amigos.

Si las relaciones que poseemos; no importa que etiqueta lleven, fuesen como mesas, para funcionar bien, tendrían que tener sus cuatro patas equilibradas. Con los buenos amigos pasa eso: son las patas de la mesa que siempre te devuelven el equilibrio que se pierde cuando una de esas patas falla en alguna otra clase de relación.
Fui compendiando personas que realmente han hecho de mi vida un lugar especial donde no sentirme sola, porque así es de hecho que teniendo particularmente, una familia bien grande, soy una mujer que vive su vida en otro espacio distinto del reparo familiar. No es grato admitir esto, pero para mí la siguiente, es una verdad tangible que ya no molesta: quiero mucho a mi familia, pero no es con ellos con quienes me identifico, inequívocamente no son ellos en quienes me reflejo.
Mis espejos son mis amigos: no siempre me gusta lo que veo y a veces amo ese brillo cálido y dorado que se cierne sobre mí.
Tengo un arcón de gente que me provoca conocer, disfrutar, debatir, comprender, detestar de a ratitos mínimos, y querer con pocas reservas en tantísimos otros.
A todas ellas y ellos tan diversos, tan coloridos y tan especiales para mi quiero decirles sin ruborizarme que ustedes son mi mayor tesoro, ustedes todos son gran parte de el haber en mi vida y me siento dichosa por eso.

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